lunes, 30 de julio de 2012

La globalización de las nuevas tecnologías

El proceso de globalización y la privatización de ciertos sectores productivos ha conllevado que los gobiernos perdiesen el control sobre algunos mercados. Este hecho ha generado con el tiempo una desconfianza enorme entre la población, en relación a la tecnología y, especialmente, los productos de consumo.

La falta de información y transparencia de las empresas y sus procesos y la cada vez más abundante aparición en los medios de comunicación, de episodios sobre los efectos adversos en seres humanos y/o animales provocados por la tecnología (recordemos las vacas locas, el cambio climático o los constantes derrames de petroleo en nuestras costas) genera constantes conflictos sociales.

Las regulaciones nacionales de los gobiernos por si solas no pueden actuar contra este fenómeno, debido a su dimensión global. Necesitan ser realzadas mediante instituciones y normativas transnacionales. Pero sobretodo, es necesario incorporar las nuevas tecnologías a las agendas nacionales y a la agenda internacional, para frenar sus avances negativos y potenciar sus beneficios para el Desarrollo Sostenible.
La ética de las nuevas tecnologías

En este contexto se hace indispensable conseguir combinar el debate ético con el debate científico. Esto se puso de manifiesto en el transcurso de los primeros desarrollos de productos transgénicos. Las posturas de los expertos se dividían entre la pérdida de biodiversidad que significaba la homogeneización del material genético y los beneficios obtenidos al conseguir reducir la hambruna de parte de la población humana con dificultades para alimentarse.

Posteriormente, cuando se planteó la posibilidad de clonación del ser humano, con la clonación de la oveja “Dolly”, el debate se barajó entre los fines terapéuticos (permitiría mejorar el conocimiento genético y psicológico, disponer de modelos de las enfermedades humanas, producir a bajo coste proteínas para su posible uso terapéutico, suministrar órganos o tejidos para trasplantes, etc.) y la temeridad de la manipulación genética (falta de suficiente experiencia previa en modelos animales, posibles problemas de envejecimiento, anomalías genéticas, cáncer, posibilidad de crear problemas psicológicos en los individuos clónicos, además de alegar ser una técnica éticamente inaceptable y contraria a la integridad y la moralidad humana).

Es discutible, en los dos casos planteados, si las nuevas tecnologías decantan el sistema hacia el modelo sostenible, ya que los riesgos asociados y no controlados, muy probablemente no sean asumibles. Aún así está claro que "la tecnología no es buena, ni es mala, pero tampoco es neutra". Lo cierto es que deben tomarse las medidas oportunas para evitar que se desencadenen los efectos adversos asociados.

Los gobiernos y los organismos internacionales tienen un papel destacado en este contexto, ya que de ellos depende la gobernanza sobre las nuevas tecnologías que, con el tiempo, ha pasado a manos de las grandes corporaciones transnacionales.

Nuevas Tecnologías

El desarrollo de las nuevas tecnologías (la biotecnología, la ingeniería genética, las nanociencias, las telecomunicaciones, etc.) ha abierto la posibilidad de estimular saltos radicales en la mejora de la ecoeficiencia de los procesos productivos actuales, que permitan hacer un paso adelante hacia el paradigma de la sostenibilidad. No obstante, este hecho conlleva una serie de riesgos que todavía no es posible evaluar efectivamente, y que deben ser analizados convenientemente para que no se conviertan en la paradoja del siglo XXI.

Hasta el momento ésta era tarea de los gobiernos nacionales, pero la globalización y los programas de privatización han comportado que, las corporaciones transnacionales tomen las riendas del desarrollo tecnológico sin que aquellos puedan poner límites a sus logros. Por este motivo se hace indispensable desarrollar herramientas y mecanismos de control y seguimiento internacionales que garanticen la aplicación de unos ciertos criterios éticos, sociales y ambientales en el mercado de las nuevas tecnologías.

Impacto social de las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías han comportado también un cambio cultural enorme en la forma de estudiar, aprender, comunicarse, entretenerse, etc. En términos globales hacen la vida de las personas más simple y cómoda. Disminuyen el tiempo de trabajo dedicado al hogar, nos permiten mantenernos informados de lo que sucede en lugares del mundo remotos, podemos comunicarnos con personas a miles de kilómetros de distancia, nos facilitan las comprar sin salir de casa, nos distraen y entretienen, nos dan acceso a un sinfín de información, etc.

Aún con eso, no todos sus efectos son positivos. Si nos fijamos exclusivamente en el punto de vista del consumidor como ciudadano, veremos los múltiples impactos que todos aquellos beneficios esconden.

Los sectores más jóvenes de la población son habitualmente los más afectados. La expansión del uso de los ordenadores para comunicarse con los amigos y conocer gente nuevas ha comportado una alteración de sus hábitos sociales. La seguridad que genera la pantalla por no tener que enfrentarse cara a cara con los demás, modifica los comportamientos sociales de muchos jóvenes hasta el aislamiento físico. Por otra parte, disminuye la actividad física y altera los hábitos alimenticios cuando los tiempos invertidos incrementan significativamente.

En general, el consumidor se ve sometido a un proceso de autosugestión de la demanda de estas nuevas tecnologías. La publicidad y la presión social de los medios de comunicación nos empujan a la renovación de los móviles, los MP3, los coches o incluso los electrodomésticos antes del fin de su vida útil. Nos impulsan a la compra de productos que hasta su aparición en el mercado no concebíamos como una necesidad.

La Brecha Digital

Por otro lado, las tecnologías de la información y comunicación han traído consigo lo que se ha denominado brecha digital, es decir, «la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben como utilizarlas».
Según los datos del Web Internet World Stats, en 2006 ya existían unas diferencias enormes en el grado de penetración de Internet entre países ricos y pobres. Mientras Estados Unidos llegaba a un 70% de la población con acceso a Internet y Europa a casi un 40%, otros países como América Latina y África sólo llegaban a un 16% y a un 3,5%, respectivamente.
Estas cifras son un reflejo de las grandes diferencias socioeconómicas existentes entre los países, y aunque es evidente que una mejora en las infraestructuras de las TIC pueden acarrear una cierta mejora en la calidad de vida de un país, no debemos cometer el error de considerar el desarrollo tecnológico como condición suficiente para su progreso. Aspectos como los niveles educativos, la equidad entre ricos y pobres y un esfuerzo en fortalecer los valores culturales y humanos de la población se convierten en cuestiones básicas frente al impulso de las TIC.

Nuevas Tecnologías

El desarrollo de las nuevas tecnologías (la biotecnología, la ingeniería genética, las nanociencias, las telecomunicaciones, etc.) ha abierto la posibilidad de estimular saltos radicales en la mejora de la ecoeficiencia de los procesos productivos actuales, que permitan hacer un paso adelante hacia el paradigma de la sostenibilidad. No obstante, este hecho conlleva una serie de riesgos que todavía no es posible evaluar efectivamente, y que deben ser analizados convenientemente para que no se conviertan en la paradoja del siglo XXI.

Hasta el momento ésta era tarea de los gobiernos nacionales, pero la globalización y los programas de privatización han comportado que, las corporaciones transnacionales tomen las riendas del desarrollo tecnológico sin que aquellos puedan poner límites a sus logros. Por este motivo se hace indispensable desarrollar herramientas y mecanismos de control y seguimiento internacionales que garanticen la aplicación de unos ciertos criterios éticos, sociales y ambientales en el mercado de las nuevas tecnologías.

domingo, 29 de julio de 2012

Nuevas redes sociales de recomendación de productos

La recomendación social regresa con fuerza gracias a la consolidación de redes como Facebook, Twitter o LinkedIn.

Gracias al éxito "evangelizador" de Facebook, la mezcla de red social y sistema de recomendación de productos tiene una nueva oportunidad. Es el momento de sevicios como Bananity, Wineissocial, Entrelectores y Librofilia o Last.Fm, que ofrecen información personalizada gracias a las recomendaciones afines entre los diferentes usuarios. Ya a finales de 2004, la recomendación social llamó por primera vez la atención de medios y usuarios gracias a un artículo sobre su potencial firmado por el redactor jefe de la revista 'Wired', Chris Anderson, y al desarrollo del servicio MusicStrands. Este fue el primer intento de articular una red en torno a un sector que permitiera mejorar las elecciones de sus miembros gracias a las recomendaciones de la comunidad. Luego aparecieron las radios inteligentes, como Last.Fm y Pandora. Sin embargo, el poco arraigo que por entonces tenían las redes sociales impidió que muchas de estas experiencias prosperaran de un modo óptimo. Ahora les toca el turno.
Ante el exceso de oferta, las redes sociales de recomendación de productos ayudan a encontrar lo que se adecua más al perfil del usuario
A mayor oferta, mayor dificultad de elección. ¿Quién no ha pensado alguna vez en la infancia, delante de una tienda llena de juguetes: "hay demasiadas cosas que me gustan"? Internet es como una inmensa tienda llena de todo aquello que nos gusta y podemos desear: música, libros, comida, vinos, ocio, etc... El problema es que, ante el exceso de oferta, es difícil encontrar la novedad o simplemente aquello que se adecua más al perfil del usuario.

Facebook lo cambió todo en el intercambio de información

La tienda on line Amazon se dio cuenta de ello desde sus inicios y se mostró pionera en la recomendación social. Al comprar uno de sus productos, buscaba a otras personas que también lo habían hecho e informaba de que esos mismos clientes además habían adquirido otros, cuya lista asimismo mostraba. La intención de Amazon era buscar coincidencias y afinidades para generar oportunidades de compra dentro de su ingente catálogo. Los resultados que ha obtenido de este sistema han llevado a esta compañía a ser en la última década líder mundial en la venta en Internet.
La intención de Amazon es buscar coincidencias y afinidades para generar oportunidades de compra dentro de su ingente catálogo
En la misma estela de Amazon, durante la pasada década se crearon numerosos servicios de recomendación, en especial, en el ámbito de la música, como MusicStrans. La razón es que los archivos de audio fueron los primeros en normalizarse en Internet y en ser abundantes. Así aparecieron emisoras como Last.Fm o Pandora, que daban programación personalizada según los gustos del usuario y las similitudes con los perfiles de otros usuarios. Sin embargo, la mayoría de estos servicios no funcionó, al menos en su vertiente social, por la falta de costumbre en participar en las redes.
La creación de Facebook y de otras redes sociales que adoptaron una proporción importante de la población inculcó el gusto por intercambiar información entre los contactos de la red y, por tanto, creó una cultura social digital. Por este motivo, ahora reaparecen los servicios de recomendación en forma de proyectos de red social, ya sea para compartir preferencias u objetos, con valor comercial o no.

Sacar rendimiento de la actividad social

La filosofía que subyace en estos proyectos es que una red social debe ir más allá de la mera comunicación de información e intentar sacar un rendimiento o utilidad de la misma. Es decir, la red debe servir para algo más que para colgar fotos del fin de semana. En este sentido, el rédito puede ser un libro desconocido hasta la fecha, un nuevo vino de una pequeña bodega, un videojuego de culto, una marca de ropa con buena relación calidad-precio, un lugar para las vacaciones o cualquier otro producto. Pero también puede ser descubrir una nueva amistad o una persona con quien tener una conversación sobre temas afines.
Cuanto más extenso sea un perfil, más fácil será encontrar afinidades con otros miembros de la red social
El modo de funcionamiento de este tipo de servicios gira en torno al perfil del usuario: aquello que le gusta y lo que no, las temas que despiertan su curiosidad y otros que activan su rechazo. Cuanto más extenso sea el perfil, más fácil será encontrar afinidades con otras personas de la red social y más datos podrá computar el robot de esa red para extraer resultados estadísticos sobre qué le puede gustar a un usuario. Por si la estadística fallase, siempre se ven los perfiles de los otros miembros de la red, de modo que uno mismo puede buscar las coincidencias.




Conozcan mas a cerca de estos temas para que sepan que existen otros tipos de redes sociales dejen su comentario.

La batalla de las nuevas redes sociales: Google Plus vs. Pinterest

Aunque Facebook siga siendo “la red social”, pero no hay que dejar de lado que Google+ acaba de alcanzar los 100 millones de usuarios activos, mientras que Pinterest ya es la 3ª red social más visitada de Estados Unidos.
¿Cómo decidir si interesa más estar en Google+ o en Pinterest?
Afortunadamente tenemos a nuestros amigos de HubSpot para ayudarnos a tomar decisiones fundadas en base a los pros y los contras de cada una de ellas según nuestros objetivos.
Por ejemplo, en general, es más recomendable utilizar Google+ si no tienes mucho tiempo, tu público objetivo es principalmente masculino y estás más interesado en el tráfico orgánico.
Por el contrario, si dispones de tiempo para dedicarle, tu público objetivo es principalmente femenino y estás interesado en los comentarios y referencias, Pinterest podría ser una mejor opción.